Robótica Colaborativa

A la hora del mecanizado de piezas, se pueden utilizar los robots industriales para realizar el corte de materiales con métodos como el oxicorte, chorro de agua, plasma o láser. El robot lleva la herramienta de corte y sigue la trayectoria programada de forma continua y precisa. Igual que para trabajos de corte, los robots industriales son usados en trabajo de fresado, programando las trayectorias específicas para cada trabajo. También son habituales en aplicaciones de abastecimiento, carga y descarga de distintos equipos CNC, evitando así a los operarios exponerse a situaciones peligrosas.

Gracias a su capacidad de posicionamiento y manipulación, con la herramienta correcta (sensores de pesaje, de ultrasonidos y de visión, como cámaras de visión artificial 2D y 3D), es posible disponer robots que realizan el control de piezas ya fabricadas, permitiendo el control de determinados puntos de una pieza. También pueden estar encargados de la clasificación de piezas según determinados criterios de calidad, diferenciando entre las piezas aptas y no aptas. Con la instalación de estos sistemas se garantiza la uniformidad y calidad de las piezas, obteniendo máxima objetividad en el proceso. Además, con ello evitamos el envío de piezas defectuosas.

Ambos son procesos básicos de manipulación. Consisten en disponer piezas en posiciones determinadas, asegurando la estabilidad, facilitando su posterior manipulación y optimizando el espacio. Dependiendo de la aplicación, pueden cargarse piezas idénticas, conjuntos de piezas diferentes o cargas aleatorias. En estas instalaciones evitamos a los empleados el levantamiento innecesario de objetos pesados y la realización de tareas repetitivas y monótonas.

Se conoce como molde por inyección al proceso en el que se inyecta un material líquido cerámico, metálico o un polímero en un molde cerrado. Cuando el material se solidifica, se abre el molde y se obtiene la pieza. Los robots, en comunicación con las máquinas de moldeo por inyección, pueden realizar de forma autónoma la carga y descarga de las mismas, desarrollando un trabajo rápido y preciso.

Como en otras de las aplicaciones, gracias a las herramientas y adaptación adecuadas, se pueden realizar montajes de piezas plásticas, metálicas… Realizando tareas de fijación, como el ajuste de piezas por presión, ensamblaje, inserción de accesorios, etcétera. En estos casos el robot puede trabajar de forma autónoma o asistiendo al personal de montaje.

Sabemos que un robot consigue repetir una trayectoria programada de forma continua y precisa. Pues bien, esto permite la distribución uniforme del adhesivo sobre el producto, reduciendo la cantidad de residuos a la vez que se obtiene una aplicación precisa y consistente de material.

En el mundo industrial se conoce como Pick & Place al proceso de recoger un producto de una determinada ubicación y colocarlo en otro lugar. Es muy común ver robots colaborando con operarios o de forma automatizada sacando material de palés, trabajando en líneas de producción, cargando y descargando piezas.

También hay robots realizando diversos test para conocer la vida útil de productos, y accesorios como mandos o interruptores. Gracias a la precisión, uniformidad y repetición de una situación se consigue una buena base para la recopilación y análisis de datos.

En aplicaciones de pulido, lustrado y lijado, los robots aplican por sí solos la fuerza precisa en cada ocasión gracias al control de todos sus ejes y aplicando el par de torsión correcto, resultando piezas uniformes y de idéntica calidad.

Se pueden realizar distintos trabajos de soldadura, como puede ser soldadura por puntos, por arco, TIG, MIG, por plasma, etc, todo depende de la herramienta utilizada. La posibilidad de realizar trayectorias de forma continua reduce la duración del proceso y gracias a la precisión se alcanza gran calidad en todo el proceso.